La rehabilitación energética es el conjunto de acciones que se llevan a cabo en un edificio existente con el principal objetivo de mejorar su eficiencia energética. Con una rehabilitación energética estamos impactando sobre la habitabilidad, el confort y el valor del inmueble.
Para llevar a cabo una rehabilitación energética, hay que tener muy presentes los tres pilares básicos de la eficiencia energética:
- Reducción de la demanda energética
- Aprovechamiento de energías renovables
- Distribución/uso eficiente de la energía
El programa de Rehabilitación Energética de Edificios (PREE), que fue aprobado el pasado 4 de agosto a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), subvencionará precisamente cambios en la envolvente térmica para la reducción de la demanda energética, uso de energías renovables en las instalaciones de climatización, ventilación y agua caliente sanitaria o mejoras en la eficiencia de iluminación.
La apuesta por la rehabilitación energética de la edificación es uno de los objetivos fundamentales de la UE, como queda reflejado en el “Green Deal” o Pacto Verde que la Comisión Europea presentó a principios de año y que recoge 50 medidas concretas de acción y el gran objetivo final: que Europa alcance la neutralidad en carbono en el año 2050. Dentro de este plan la “Renovation Wave” tiene un papel protagonista, y es que la rehabilitación energética de edificios nos brinda la oportunidad de mejorar en muchos aspectos. Al disminuir los consumos de energía y sustituir las actuales fuentes de energía por otras alternativas más limpias, reducimos por un lado la importación de combustibles fósiles (dependencia energética), reducimos las emisiones de CO2 y contribuimos a frenar la crisis climática. Actualmente, un 6,4% de las emisiones directas de CO2 a nivel mundial (49 Gt CO2 eq) son emitidas por los edificios y de ese 6,4 %, un 12% son emisiones indirectas (producción de electricidad y calor) de CO2 de los edificios. Se estima que la rehabilitación energética de edificios permitirá reducir las emisiones de CO2 en más de 8 millones de toneladas al año.
Así mismo, los expertos parecen tenerlo claro: los empleos verdes son el futuro en el que se deben invertir recursos para la regeneración tras la crisis del coronavirus con el objetivo de avanzar hacia una economía más saludable y sostenible. Está demostrado que la economía baja en carbono genera seis veces más puestos de trabajo que los que se perderían con el cierre de actividades contaminantes como las derivadas de la energía nuclear o de los combustibles fósiles.
Conclusiones
La rehabilitación de edificios en términos de eficiencia energética siempre ha sido importante, pero ahora más que nunca ya que se trata de uno de los instrumentos para la recuperación sostenible y para potenciar el crecimiento y generación de empleo de la denominada «economía verde y azul».
La pandemia del coronavirus debería intensificar los esfuerzos contra el cambio climático y forzar una transición a una economía baja en carbono.