En anteriores entradas del blog hablamos acerca de la hermeticidad en los edificios y también sobre el sistema de ventilación mecánica controlada con recuperador de calor. En este post vamos a relacionar estos dos conceptos, y explicar por qué en un edificio de alta eficiencia energética deben estar presentes.
Dos pilares fundamentales
El interior de los edificios son espacios que necesitan ser ventilados para proporcionar aire fresco a las personas que habitan en ellos. Antiguamente la falta de hermeticidad en las construcciones generaba una ventilación(involuntaria) a través de las filtraciones de aire. Cuando se deseaba mayor aporte de aire, se recurría a la ventilación natural abriendo las ventanas.
Gracias a la aparición de nuevos materiales, técnicas y componentes para la construcción, el control de la estanqueidad en edificios hoy en día es muy superior al de hace 50 años. En consecuencia y de forma paralela, los sistemas de ventilación también han ido evolucionando para dar prioridad a la calidad del aire interior y la salud de las personas.
¿Qué sucede si no hay un equilibrio entre la hermeticidad y la ventilación?
Un edificio con unos niveles de hermeticidad muy altos supone la reducción de las renovaciones de aire, pasando de 5 renovaciones/hora en un edificio convencional a menos de 0,6 renovaciones/hora. Es decir, se suprimen corrientes de aire que se filtraban a través de juntas, encuentros, elementos constructivos, etc. Estas filtraciones de aire, en cierto modo, favorecían la renovación de aire dentro del edificio, sin embargo, al no ser una renovación controlada, no se puede considerar como un sistema eficiente para permitir ventilación y garantizar la calidad del aire interior.
En el momento que se ejecuta una envolvente estanca se impide cualquier intercambio de aire entre el interior y el exterior, y si no existe un sistema que renueve el aire mecánicamente, aumenta la humedad relativa del aire contenido en el interior y por consiguiente la probabilidad de que aparezcan humedades por condensación.
Si no hay infiltraciones de aire de forma “natural”, es evidente que será necesario un equipo que realice la renovación del aire viciado. Un equipo de ventilación mecánica controlada con recuperador de calor es una solución altamente eficiente que garantiza una ventilación fiable e higiénica.
En el caso contrario, una instalación de ventilación mecánica controlada con recuperador de calor en un edificio poco hermético, tendría una repercusión directa sobre el sistema de ventilación.
El principal problema en esta situación es que bajaría mucho el rendimiento del recuperador de calor, ya que el aire que sale o entra del exterior no está a la misma temperatura que el aire interior y esto provoca grandes pérdidas de energía. Estos recuperadores pueden llegar a un rendimiento del 97%, lo que supone que si en invierno la temperatura interior en una vivienda es de 22 º C, con el recuperador de calor y una envolvente estanca sin infiltraciones se puede conseguir una temperatura de 21º C renovando el aire. Sin embargo, en una vivienda con infiltraciones la temperatura después de renovar el aire podría ser quizás de 19º C, por lo que el rendimiento de la maquina es mucho menor.
¿Dónde se da esta situación?
Los problemas antes mencionados aparecen cuando se ejecutan los trabajos sin el suficiente conocimiento, como por ejemplo en rehabilitación de edificios. La mayoría de nuestro parque edificado no cuenta con una envolvente hermética, por ello una rehabilitación energética pasa sí o sí, por mejoras en la envolvente. Pero la realidad es que en muchos casos las actuaciones que se llevan a cabo, a priori beneficiosas para el usuario, acaban causando una serie de patologías que antes no existían. Un error muy común es mejorar la estanqueidad de la envolvente sustituyendo las carpinterías antiguas por unas nuevas mucho más herméticas, pero sin prever ningún sistema de ventilación.
Conclusión
Los posibles daños que pueden aparecer son la causa por la que las medidas de ahorro energético a veces tienen mala reputación. Es fundamental proyectar una envolvente hermética siempre que se complemente con un sistema de ventilación, de forma que se garanticen las condiciones de salubridad para los usuarios.