En los últimos años los términos arquitectura bioclimática, bioconstrucción y construcción eficiente han empezado a escucharse cada vez más, dado que se ha tomado conciencia de la importancia que tienen los edificios para el ser humano. No basta con que nos cobijen, sino que deben ser saludables y confortables. En este post vamos a ver qué relación guardan estos tres conceptos y ha aclarar sus definiciones, ya que en ocasiones crean confusión.
La arquitectura bioclimática
Consiste en construir edificios adaptados a las condiciones climáticas de su entorno, que aprovechen los recursos naturales disponibles (sol, vegetación, lluvia, viento) para reducir el impacto ambiental y el consumo energético. Por lo tanto, el diseño, la geometría, la orientación y la construcción de cada proyecto serán diferentes, pues estará adecuada al lugar donde se ubica.
La bioconstrucción o construcción sostenible
La bioconstrucción no es algo nuevo, antiguamente ya vivían en casas ecológicas, construidas de forma artesanal con tierra, piedra o madera. Fue la revolución industrial la que llevó a la construcción hacia lo que conocemos hoy: edificios de cemento y hierro.
La bioconstrucción o construcción sostenible hace referencia al consumo de recursos y en hacer un uso racional de ellos que evite que se agoten. Estos recursos son:
- Los materiales de construcción
- La energía con la que los acondicionamos y hacemos habitables los edificios
- El agua, que consumimos en ellos
- E incluso el aire que tenemos que respirar dentro de la construcción
La mayoría de los materiales que usamos en construcción (cerámica, hormigón, vidrios, metales, plásticos, etc.) se agotan, por tanto no son sostenibles, el único material constructivo que no se agota es la madera. Para convertir en sostenible a la construcción hay que contemplar la reutilización de los materiales, el uso de materiales reciclados y la disposición de materiales que tras su demolición puedan ser reciclados.
Construcción eficiente
La construcción eficiente se basa principalmente en construir con criterios de eficiencia energética. El claro ejemplo de esto son el estándar Passivhaus y los Edificios de Consumo Casi Nulo (ECCN). Ambas son construcciones capaces de reducir al máximo la demanda energética, siempre en el óptimo de la inversión y sin perder confort.
Conclusión
Lo que está claro que la arquitectura bioclimática, la bioconstrucción y la construcción altamente eficiente están firmemente unidos y tienen como objetivo común reducir el impacto ambiental, aumentar la eficiencia energética de los edificios y mejorar la salud y calidad de vida de las personas que viven en ellos.
