La hermeticidad es uno de los pilares básicos del estándar Passivhaus, y que hace a estos edificios diferenciarse de la construcción tradicional. En la normativa actual las exigencias relativas a la hermeticidad distan mucho de lo que establece Passivhaus, aunque se están dando pasos que cada vez nos acercan más a la construcción de consumo casi nulo.
¿Para qué sirve la hermeticidad?
En un edificio hay dos tipos de flujo de aire que atraviesa la envolvente: del interior al exterior y del exterior al interior.
El aire que entra desde el exterior supone un aumento de la demanda de energía en calefacción o refrigeración, depende de la zona climática o de la estación del año. El flujo de aire desde el interior hacia el exterior en climas fríos o épocas de invierno puede provocar condensaciones en la cara fría de los elementos constructivos y otros problemas patológicos, ya que es un aire cálido y húmedo. La envolvente hermética impide las corrientes de aire y por eso es extremadamente importante para el edificio. Aunque se tenga una envolvente muy bien aislada, si el edificio no es hermético no se evitarán los problemas de condensaciones.
Aparte de evitar los daños en la construcción que causan las humedades por condensación, una envolvente hermética garantiza:
- Ahorro energético
- Evitar condensaciones
- Aumento del confort: evita corrientes de aire y suelos fríos
- Calidad del aire interior: hace posible un movimiento dirigido, la base para el funcionamiento y eficacia del sistema de ventilación
- Protección acústica en los elementos constructivos exteriores, ruido por transmisión aérea.
La regla del lápiz
Una buena planificación, ejecución y control de obra son imprescindibles en una construcción Passivhaus. En la fase de diseño se debe poder recorrer con un lápiz la capa hermética de la envolvente sin levantarlo del papel, lo que se conoce como la “regla del lápiz”. Para ello se deben definir los materiales y las uniones de cada detalle con el fin de evitar posibles imprevistos durante la ejecución de obra. Es importante tenerlo muy bien planificado y entender que sólo hay una capa hermética continua, si se perfora, las infiltraciones no se pueden corregir con otra capa, más o menos hermética delante o detrás.
Conclusión
En cualquier edificio hay que evitar los dos tipos de flujo de aire a través de la envolvente, y la única forma es con construcciones herméticas.