En entradas anteriores definimos los conceptos Passivhaus y ECCN (Edificios de Consumo Casi Nulo), y aunque sean muy similares, hay matices que los diferencian. En primer lugar, un edificio Passivhaus es un tipo de ECCN, pero no uno cualquiera, sino el más eficiente dentro de esa categoría.
Diferencia entre Passivhaus y ECCN
La principal diferencia es que no existe un «estándar ECCN», ya que cada estado miembro de la Unión Europea es responsable de sus propias normas, y por consiguiente, adaptadas a su tipo de construcción, necesidades y cultura. Por lo tanto, las comparaciones entre edificios en diferentes Estados miembros seguirán siendo un desafío y probablemente nunca exista una definición unificada.
Por el contrario, Passivhaus sí es un estándar de construcción con unos criterios y exigencias unificadas e internacionales, con un sistema de certificación. Los edificios se certifican en base a unos datos y con herramientas específicas que permiten demostrar los beneficios que tiene sobre el medio ambiente y los usuarios.
Alcanzar el Objetivo 20/20/20 con ayuda del estándar Passivhaus
Hace 25 años, surgió el estándar Passivhaus con el propósito de consumir menos energía en los hogares, reducir la dependencia energética y la contaminación provocada por los propios edificios, a pesar de que no existían normativas que lo exigiesen. Por aquel entonces no había la preocupación ni la concienciación sobre la seguridad energética y el cambio climático que existe hoy en día. Esto ha llevado a los Estados miembros de la Unión Europea a pactar y firmar un compromiso para mejorar la eficiencia energética de los edificios: el Objetivo 20/20/20.
Este compromiso energético se recoge en la Directiva 2012/27/UE con unos objetivos muy claros para el año 2020. Aquí es donde entra en juego el estándar Passsivhaus, el estándar de construcción más eficiente que existe y que se ha convertido en una herramienta clave para alcanzar dichos objetivos.
Conclusiones
La meta está en poder alcanzar una nula presencia de emisiones contaminantes y no se utilice carbón ni petróleo en ningún proceso industrial. Se están estableciendo objetivos más a largo plazo, para el 2030 y 2050, pero de momento el objetivo está en el 2020.