Como se ha mencionado en anteriores publicaciones, el estándar Passivhaus no se desarrolló únicamente para edificios de nueva construcción, sino que se pueden rehabilitar edificios e incluso reformar un piso bajo este estándar. Las reformas Passivhaus son una garantía de eficiencia energética, ahorro, salud y confort para el usuario.
¿Cuándo realizar una reforma Passivhaus?
Si estás pensando en renovar tu vivienda o apartamento, es un buen momento para conocer los beneficios de una reforma Passivhaus.
Mientras que en una reforma «normal», lo habitual es renovar las instalaciones, cambiar carpinterías y redistribuir la vivienda, en una reforma de este tipo lo que prevalece son las actuaciones que mejoren la eficiencia energética y el confort de la vivienda.
Seguro que nadie se plantearía vivir en una vivienda reformada en la que hace frío, calor, se escuchan ruidos, hay corrientes de aire, olores, etc. Entonces, ¿por qué no se priorizan estos aspectos?. No hace falta cambiar de casa ni de barrio para tener un hogar de alta calidad, basta con aplicar los principios básicos del estándar Passivhaus adaptados a viviendas existentes. Cada persona tiene necesidades y preferencias diferentes, pero está claro que nadie renunciaría a sentir confort y bienestar en su vivienda.
Tipos de viviendas a reformar
El tipo de vivienda puede ser muy diferente, unifamiliar aislada, adosada o en bloque, y por lo tanto la manera de actuar en cada caso también lo será. En viviendas unifamiliares aisladas, las actuaciones sobre la envolvente pueden realizarse por el exterior, modificando así su apariencia. Sin embargo, en viviendas adosadas o viviendas en bloque, en ocasiones la mayoría de vecinos no quiere realizar una rehabilitación. En este caso, nos vemos obligados a trabajar por el interior de la envolvente.
Planificación y control de obra
En primer lugar, antes de acometer una reforma Passivhaus, es fundamental tener un proyecto y una planificación al detalle desde el principio que siga el orden de ejecución que marca este estándar. Un aspecto básico a tener en cuenta en una reforma de este tipo, será la mejora de la envolvente. Cuando no se pueda actuar en fachada por el exterior, habrá que prever una pequeña pérdida de superficie útil debido a la instalación de aislamiento térmico interior.
Para el montaje del sistema de ventilación también es necesario disponer de un espacio, ya sea dentro o fuera de la envolvente térmica, pero habrá que contar con ello en la fase de diseño.
La ejecución de la capa estanca es quizás, el proceso que más planificación y cuidado requiere, ya que una mala práctica puede arruinar el trabajo de diseño y cálculo. La correcta realización de la hermeticidad se comprobará con un test que se denomina Blower Door.
Si se desea, la instalación de calefacción y radiadores existentes se puede mantener. En ese caso, habría que realizar un ajuste, para que en el caso de que fuese necesario un aporte de calor extra, puedan utilizarse.
Ventajas
La reforma de una vivienda bajo el estándar Passivhaus es una actividad beneficiosa para la economía y la calidad de vida de los que vayan a habitar en ella. En definitiva, lo que se obtiene es una vivienda que se ajusta a los gustos y necesidades del usuario, pero con un valor añadido: un hogar saludable, confortable, eficiente y rentable. Las actuaciones para conseguir estas prestaciones se centran en:
- Cambio de carpinterías por otras de altas calidades
- Mejora de la envolvente térmica
- Control de la hermeticidad al aire
- Incorporación de un sistema de ventilación mecánica controlada con recuperación de calor.
Conclusiones
A pesar de que las condiciones de partida lo hacen más difícil y podemos encontrarnos con una vivienda unifamiliar, pareada o en bloque, se ha demostrado que eso no es un impedimento para obtener el certificado Passivhaus y un hogar reformado de altísimas prestaciones.