Uno de los cinco principios básicos que debe cumplir un edificio basado en el estándar Passivhaus, es el de instalar ventanas y puertas de altas prestaciones con el objetivo de maximizar el confort térmico.
Seguridad, protección de la luz solar, hermeticidad y aislamiento, son solo algunas de las características que se les exige a las ventanas Passivhaus, pasando a ser un punto importante e indispensable a tratar en una construcción de estas características.
Concepto actual de ventana
Actualmente, la mayoría de los edificios en España no cuentan con carpinterías lo suficientemente estancas, lo que lleva a la existencia de filtraciones por las que se produce una reciprocidad de aire. Sin embargo, aunque estas filtraciones tienen como consecuencia una pérdida de calor importante, consiguen mantener un equilibrio humedad-aire.
Debido al desconocimiento de este hecho, se tiende a sustituir las ventanas antiguas, por ventanas con un gran rendimiento térmico, las cuales acaban causando problemas de condensación en las estancias donde son instaladas. Esto se traduce en la necesidad de ventilar con más frecuencia.
Como alternativa a estos conflictos, existen ventanas con ventilación integrada, pero el intercambio de aire se sigue produciendo, no resolviéndose el problema de la pérdida de calor.
Otra de las soluciones más comunes, es la de intentar equilibrar las pérdidas de calor a través de las ventanas, mediante la instalación de radiadores bajo las misma, de manera que las fluctuaciones de aire adquieren temperatura, mejorando la sensación térmica del ambiente.
Sin embargo, ninguna de las soluciones descritas anteriormente, consiguen establecer el equilibrio entre hermeticidad, higiene y confort.
¿A qué nos referimos con confort térmico e higiene?
Según el INSHT, el confort térmico “existe cuando las personas no experimentan sensación de calor ni de frío; es decir, cuando las condiciones de temperatura, humedad y movimientos del aire son favorables a la actividad que desarrollan”, y con higiene nos referimos a la calidad del aire interior, conseguida mediante un sistema de ventilación controlado. Para ello se debe de aislar correctamente cada uno de los puentes térmicos que se nos pueda presentar, para evitar flujos de aire incómodos, así como condensaciones de agua.
Ventanas Passivhaus
En Passivhaus, la temperatura de las ventanas es tal, que no existen diferencias de temperatura significativas entre las áreas cercanas a estas y el resto de la estancia, pudiéndose prescindir de radiadores, siendo este nuestro objetivo a conseguir. Esto hace, que la sensación térmica de confort dentro de la estancia sea mucho más agradable.
Por tanto:
¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de escoger e instalar una ventana Passivhaus para alcanzar confort térmico?
1.- Capacidad de mantener una higiene impecable en la vivienda.
2.- Dimensión y orientación de la ventana. Las ventanas Passivhaus, dejan pasar mas calor en forma de radiación solar en invierno, que las pérdidas que puedan originar.
En clima centro europeo el valor transmitancia térmica Uw (ventana instalada) no superior a 0,85 W/(m²K), teniendo en cuenta para su cálculo:
- Valor factor de transmisión de energía a través del acristalamiento, Ug y de la superficie del mismo Ag.
- Valor factor de transmisión del marco Uf y de la superficie del mismo, Af.
- Valor del puente térmico lineal en el borde del cristal Ψg, que dependerá de la construcción de la ventana, el material utilizado y la longitud del vidrio Lg.
3.- Tipo de material. Existen materiales más aislantes que otros.
4.- Orientación del edificio.
¿Qué diferencia existe con respecto a una ventana no certificada?
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- Estudio de la posición de la ventana, para reducir al máximo la aparición de puentes térmicos.
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- La reducción de pérdidas de calor a través de los vidrios y los marcos de las ventanas, gracias al empleo de membranas y cámaras, que garantizan la rotura de estos puentes térmicos.
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- La utilización de gases inertes como el Argón o el Kriptón entre vidrios, que tienen una influencia significativa en el valor de Ug.
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- Perfil alta eficiencia.
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- Uso de materiales autoexpandibles que mejoran el rendimiento frente a la estanquidad al aire y al agua.
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- Sobreaislamiento del marco de la ventana.
- Ahorro energético, siendo mucho más rentables a largo plazo, teniendo en cuenta el ahorro en climatización.
Conclusiones
Sin duda, la ventana es el elemento de la envolvente de un edificio al que más se le exige, ya que en sí misma debe tener un alto grado de estanqueidad al aire, vidrio y carpintería con buenas propiedades aislantes, ser segura para el usuario, dejar pasar la radiación solar y debe poder abrirse y cerrarse tantas veces como sea necesario. Por lo que su correcta elección y puesta en obra, se convierten en factores determinantes para conseguir el confort y el ahorro energético que aseguran las construcciones Passivhaus.